Publicado: 23.02.2023
El día de hoy no comenzó tan soleado como ayer. Al menos no había lluvia cuando nos dirigimos al Mercado de Sant Antoni. En nuestra última visita aquí, era una gran obra en construcción. Ha quedado hermoso. Ahora también hay algunos bares. Y, por supuesto, pescado, carne, verduras y también lana y ropa. Sin embargo, el olor a pescado está muy presente. Desde allí, caminamos por muchas pequeñas y bonitas callejuelas hacia las Ramblas. En las callejuelas hay muchas pequeñas tiendas que ya no se encuentran en Alemania. Allí se ofrecen lavadoras junto a grifos de agua y cacerolas.
Al llegar al puerto, quise realizar mi deseo: el mundo submarino en el puerto de Barcelona. La entrada fue bastante elevada: 70€ para 3 personas.
Quien quiera hacerlo: estaba muy ruidoso y muy lleno. Hasta que pudimos ver los peces nadando sobre nuestras cabezas, tuvimos que pasar junto a numerosos pequeños estanques, delante de los cuales siempre había una multitud de personas muy ruidosa. El “estanque del puerto” resultó ser un acuario que casi rebosaba de tantos peces. De pie en una cinta transportadora, fuimos arrastrados. Realmente estaba sobrepoblado con peces de todo tipo: rayas, tiburones, morenas y una gran variedad de peces cuyos nombres no conocemos y que tampoco pudimos leer en las etiquetas porque simplemente estaba demasiado oscuro. Yo estaba tan decepcionado como el número 3 estaba furioso. Según él, esto era ya una forma de maltrato animal.
Entonces, mejor viajar por la ciudad con el autobús turístico de Barcelona. Especialmente porque comenzó a llover, era la mejor idea. Desafortunadamente, también se volvió cada vez más fresco. Casi 90 minutos es mucho tiempo cuando el viento sopla sobre el techo del autobús y te revuelve el cabello o te congela las orejas. Afortunadamente, un café y algo delicioso en la panadería de la esquina ayudan a calentarse.
NR:3
El día de hoy no comenzó muy bien, ya que no dormí realmente bien y el desayuno tampoco me satisfizo del todo. Aparte de eso, el día fue bastante bonito (aparte de los acuarios, pero de eso hablaré más tarde). Cuando comenzamos a caminar hacia el mercado, realmente no sabía cómo era algo así porque nunca lo había visto antes, pero cuando vi este hermoso edificio, no me decepcionó.
Luego nos dirigimos al puerto, donde vimos el 'maravilloso' estanque del puerto: uno podría pensar que es maltrato animal cuando varios tiburones adultos viven juntos en un espacio tan reducido y las rayas tienen que mantener parte de su aleta fuera del agua para poder moverse porque el agua es demasiado superficial, ¿verdad? Pero no importa: personalmente, creo que los 70 euros podrían haber sido mejor gastados, incluso si se hubieran quemado.
El tour en el autobús turístico de dos pisos fue realmente bonito, y encontré interesante escuchar la información (a menudo retrasada / desincronizada con nuestra ubicación actual). El autobús era bonito y el personal amable.
Para cenar, estuvimos en el maravilloso 'Restaurante la Terraza Miro', donde tuvimos una cena increíblemente deliciosa. El personal fue muy agradable y la decoración interior también era muy bonita.