Publicado: 24.12.2018
Más al sur, la Carretera Austral sigue siendo igual de hermosa. ¡Y los alojamientos son geniales! Pasamos tres noches en una cabaña hecha completamente de madera, con horno, bañera de hidromasaje y un panorama de ensueño sobre el segundo lago más grande de Sudamérica (¿quién recuerda el más grande?). Y había caballitos, potros, gatitos, perritos y moscas de los caballos.
Allí, cerca de Puerto Tranquilo, hay fantásticas cuevas de mármol para admirar. ¡Así que al barco! Aunque el viento fuerte desordenara el cabello, vale mucho la pena la excursión. Y por la noche puedes calentarte en el jacuzzi. Primero queríamos comer algo delicioso en Puerto Tranquilo (el nombre lo dice todo), jaja. Debido a una construcción de la carretera, el pueblo quedó sin electricidad y, por lo tanto, también se detuvo el grifo de agua durante horas. Aparte de crepas en el puesto de comida rápida, no había nada más para comer. Nos dimos cuenta de que, debido a esta obra, se paralizaban las infraestructuras básicas también al intentar repostar en Puerto Guadal, o más bien, al intentarlo. Había combustible (lo cual no es un hecho trivial) y ¡se podía pagar con tarjeta! Pero lamentablemente, otra vez la electricidad fue cortada por unas horas. Así que continuamos con medio tanque hacia la frontera de Argentina dga;
Estamos acostumbrados a conducir mucho, pero el primer día allí consistió en más de 600 km en carreteras más o menos en buen estado. A través de la Pampa argentina, donde para distraerse no hay nada, excepto de vez en cuando algún guanaco o un bache. Genial. Pero al final, llegas y puedes acariciar a los terneros en el siguiente alojamiento.
Dado que hoy es 24 y estamos un poco atrasados con el blog, porque ahora ya estamos en Ushuaia, ¡les deseamos a todos desde la ciudad más austral del mundo una feliz y reflexiva Navidad!