Publicado: 05.07.2018
Agotados y hambrientos, finalmente llegamos después de un vuelo de 12 horas. Apenas había comida y tampoco había programa de entretenimiento, así que Willem aprovechó para dibujar algo en el avión (detalle de Madrid). Después de esperar otras 2 horas en el aeropuerto, no por nuestro equipaje, sino por nuestra recogida, finalmente pudimos dedicar nuestra atención al aspecto más importante del viaje: la comida. Con un delicioso pollo saltado, los inconvenientes del viaje rápidamente quedaron en el olvido. El alojamiento es muy sencillo, pero hay un anfitrión muy amable que nos ayuda. Exhaustos, solo dormimos hasta las 4:30 (Eva) o hasta las 5:30 (Willem). Pasamos el día de hoy en el centro de Lima, que describimos de la siguiente manera:
Willem: Lima en 5 palabras: cómprate un nuevo órgano (eso creo yo también, lo advertí antes)
Eva: Lima en 5 palabras: típicamente sudamericano, ruidosa, colonial, contrastante