Publicado: 03.03.2018
La siguiente parada fueron dos enormes cuevas. La primera era el Arco de la Puerta de Moria. Tenías que trepar por una pequeña entrada para entrar en la cueva. Luego se abrió ante nosotros una enorme sala con dos grandes entradas a cada lado. Delante de nosotros solo pasaba un gran río.
Es realmente impresionante que algo así haya sido creado por la naturaleza y que esta enorme bóveda se haya formado solo por la fuerza del agua.
En el camino hacia afuera quise tomar un atajo de nuevo. Ha salido bien 100 veces. En algún momento tenía que salir mal: