Publicado: 29.12.2018
Ya hemos estado en Vietnam unos días y ¡el contraste es increíble! Justo después de la frontera, la construcción cambió. No hay cabañas de madera sobre pilotes ni restaurantes que parecen garajes. Hay muchas más casas de piedra, lo que seguramente será más cómodo para los habitantes, pero no es necesariamente agradable a la vista. El clima también es muy distinto, nublado y lluvioso, y 'solo' unos agradables 25 grados. Sin embargo, lo más extremo es el tráfico. Ayer en Hue y también en Danang te sientes como en Ho Chi Min City o Bangkok. Debo admitir que me gusta bastante ir sorteando el tráfico. Es divertido buscar un camino entre tantas motos... Aquí hay reglas muy particulares, solo que el claxon se vuelve agotador a la larga. Pitar en vez de usar las luces, pitar en vez de mirar, pitar en vez de frenar... Todos pitan constantemente incluso sin motivo o porque quieren saludarnos. Un grupo de 10 camiones nos adelantó pitando de forma alegre y ensordecedora, y todos saludaban tan amablemente que no puedes enojarte en absoluto.
Después de un día en Hue y la impresionante ciudad imperial, ahora estamos en Hoi An. La ciudad vieja y el mercado nocturno son realmente hermosos y sin coches. Pero está casi tan lleno como en la feria de Crange... A veces también desearía un poco de la reserva de los laosianos. Kai dice que no es tan malo como hace 20 años, pero simplemente mirar en realidad no es posible... En el paso de las Nubes, que se encuentra entre Hue y Hoi An, fue particularmente intenso. Primero cuatro personas nos preguntan 'Café, Cola, Mango', luego nos regañan porque no compramos nada con la mujer, pero nuestras bicicletas están al lado de su puesto, y donde compramos, también debemos salir porque viene un nuevo autobús lleno de gente... Afortunadamente no siempre es así y hasta ahora solo hemos tenido hermosos alojamientos con personas muy amables y serviciales.
Les enviamos un cariñoso saludo y ya les deseamos un buen comienzo de año.🤩