Publicado: 19.11.2021
Cuando me despierto por la mañana con mi café en el balcón del apartamento, me recuerda un poco los días en Barcelona, que también comenzaba así. Solo que aquí no me da el sol en la cara. Está nublado y también hay pronóstico de lluvia.
Me alegra ver la mesa de desayuno ya puesta, que me ha dejado Gerardo. Estas son las pequeñas cosas de la vida, con las cuales podemos regalarnos alegría unos a otros.
Mi tour de descubrimiento en Valencia comienza con el primer paso fuera de la puerta de casa. ¡Ya estoy en medio de la acción! Justo unos pasos más adelante está el Mercado Central, el enorme mercado de Valencia, lleno de verduras, frutas, productos locales y especialidades españolas e internacionales hasta donde alcanza la vista... ¡un paraíso para mí! :-D
Compro algunas delicias del puesto oriental para el almuerzo con Gerardo. Hablamos mucho sobre nuestros viajes; él también ha viajado mucho y su apartamento es una colección de objetos de muy diversos países del mundo. Además, me muestra algunos instrumentos musicales curiosos y, aunque en realidad debería estar corrigiendo exámenes, toca algunas canciones en su guitarra.
Por la noche tiene una cena con colegas, y yo voy a un encuentro de Couchsurfing, el inicio de un evento más grande que se celebrará durante todo el fin de semana en Valencia. Parece que estoy aquí en el momento adecuado.
Ha pasado mucho tiempo desde que conocí a tantas personas nuevas a la vez. Desde la época del Corona ya no estamos acostumbrados a eso. Después de presentarnos, vamos a Ruzafa, el barrio con muchos bares cool. En el camino a través de la lluvia, Sylvia, una viajera de 70 años que habla muchos idiomas con fluidez, y yo perdemos el grupo. Gracias a la digitalización, pero pronto podemos encontrar al grupo nuevamente en el siguiente punto de encuentro. Más tarde, me aíslo con un grupo más pequeño y finalmente vamos a comer algo. ;) La hora de la comida, entre las 9 y las 10, es incluso un poco tarde para mí. Una tortilla de habas (huevos revueltos con guisantes) en pan es lo único nutritivo que el menú tiene de opciones vegetarianas. Con un poco de aioli, no sabe tan seco. Hablo durante mucho tiempo con Albi, un italiano que ha estado viajando por el mundo como nómada desde hace mucho tiempo.
De regreso a casa, estoy nuevamente muy agradecida por los muchos momentos maravillosos que la vida me ha regalado hoy.