Publicado: 05.07.2022
Este blog ahora tiene la función de permitirme tranquilizarme cada vez que todo a mi alrededor gira demasiado rápido, o las cosas no salen como se planeó. Hoy se aplica ambas cosas. El cable para el refrigerador, que tanto he estado esperando, ya está aquí. Parece funcionar, pero el conector para la energía solar está roto. :( Debería haber pedido ambas cosas al mismo tiempo.
No obstante, hoy me voy. Se presentará una solución. Ya me he despedido mental y realmente de Granada y de la gente. Los días calurosos, las noches cálidas, la agitación de la Plaza Larga. Eso es Granada en julio. Exigente, no es mi mundo, pero estoy agradecido de poder experimentar estos días gracias a la hospitalidad de Momo. Hace 7 meses conocí a Momo durante mi visita a su tienda de especias. A pesar de nuestro estilo de vida completamente diferente, he ganado un amigo querido. Generalmente, no son los factores externos los que unen a las personas. Más bien es lo que conecta a uno en lo profundo.
A veces me pregunto por qué Granada me ha atraído de manera tan magnética, aunque en realidad sé que necesito tranquilidad y naturaleza. Escuché en un podcast una vez: 'La vida no te da lo que quieres, sino lo que necesitas.' Y sí, Granada a veces, o bastante a menudo, me ha desencadenado y me ha mostrado algunos de mis problemas.
Ahora me voy de nuevo. Con mi furgoneta. Conmigo mismo. A un nuevo país. En realidad, ya estoy acostumbrado a esto, pero de alguna manera tengo nuevamente mucho respeto por este viaje. La incertidumbre ante lo nuevo. Conocer a nuevas personas. Pero ya he tenido tantas experiencias de que esos son precisamente los obstáculos que hay que superar para que todo sea más fácil.