Publicado: 06.10.2018
Ayer, después del largo camino, tuve que tomar una pastilla para el dolor por primera vez para poder dormir. Así que dormimos bien y comenzamos alrededor de las 8:30 de la mañana. Me doy cuenta de que aquí olvido por completo prestar atención a la hora. Hoy, alrededor de las 5 de la tarde, miré el reloj por segunda vez. Lo mismo les sucede aquí a todos los peregrinos con los días de la semana. Aquí hace bastante frío en las montañas. Pude disfrutar de Galicia a fondo. Con niebla, viento, frío, muchos bosques verdes y lluvia. Por la mañana estuve bastante solo, me senté durante unos 20 minutos junto a un arroyo y ningún peregrino pasó. Probablemente también se deba a que tomé una ruta alternativa.
'Lluve a cántaros.' A nuestra Ajsilu no pude evitar sonreír al pensar en esto hoy.
Por ello, durante la lluvia pude quedarme un rato con amables hippies. Hablamos con algunos peregrinos y tomamos un café. Sentí la presencia de mi hermano mayor Oleg muy cerca, porque la guitarra tocaba su canción favorita de Metallica.
Estoy muy cerca de la última gran ciudad, Sarria. Santiago está a unos 120 km delante de mí. Llegaré en 4 o 5 días. Aún no es del todo realizable que ya han pasado varias semanas, y, por otro lado, siento que he estado en el camino hacia Santiago durante una eternidad.
Hoy, por primera vez, no estoy hediondo, empapado de sudor y tampoco tengo que lavar cosas. Una nueva experiencia caminar en el frío.
Por culpa de la lluvia y la fascinante naturaleza, dejé mi bastón en algún lugar mientras apilaba piedras y olvidé el plato plegable de Fiona. Sin embargo, hemos comido bien y estamos aquí alojados cálidos y secos.