Publicado: 13.04.2017
Cuando viajo siempre me doy cuenta de cuánto me desenvuelvo en un entorno internacional, cuánto disfruto hablar inglés, escuchar otros idiomas - conversar sobre esto y aquello con las personas más diversas. Ya he hecho esto con gente de los siguientes países - alemanes (por supuesto, estamos en todas partes), suizos de habla alemana y francesa, holandeses, suecos, franceses, irlandeses, ingleses, italianos, estadounidenses, australianos, canadienses, indios, turcos, brasileños y seguramente olvido algunos más. ¡Maravilloso! Así debe ser, ¡eso es lo que esperaba!
La flora y la fauna tienen mucho exótico que ofrecer aparte de perros y gatos. Solo los sonidos son diferentes y hermosos. Mar, aves, insectos, ranas, gecos - quien haya estado en países tropicales sabe qué tipo de fascinante ambiente sonoro es, día y noche - el volumen puede alcanzar dimensiones extremadamente impresionantes. Ya me he acostumbrado un poco, incluso a las palmeras que aquí se inclinan naturalmente hacia el cielo con cocos hinchados. Lo aprecio mucho, que se me permita familiarizarme con tal escenario. Lo que no se ve en las imágenes son las numerosas mariposas de colores, ranas, mosquitos (que infelizmente no faltan), peces, el luciérnaga que recientemente aterrizó en mi mano, pequeñas medusas azules, etc.
Una y otra vez me detengo, un pequeño animal llama mi atención y entonces me alegro como un niño pequeño por cada criatura que se cruza en mi camino - aunque mi amor no es suficiente para los mosquitos - estoy en modo de curiosidad y disfruto sacar ventaja de ello.