Publicado: 02.04.2019
La ciudad de Hiroshima probablemente esté primero en la mente de todos debido a la triste historia del lanzamiento de la bomba atómica por parte de Estados Unidos en 1945. Todos lo hemos aprendido en la clase de historia. Este evento ha dejado una huella en la ciudad y en su gente de cierta manera hasta el día de hoy. La gente de Hiroshima y de Japón ha hecho mucho por la reconstrucción y el recuerdo. Esto es omnipresente y también lo sentimos nosotros, que por suerte no estuvimos allí ni perdimos familiares/amigos.
A pesar de este - incomprensible para una persona normal - acontecimiento, la ciudad ha logrado no perder el valor y no ha perdido la conexión con la modernidad. Hiroshima es hoy una ciudad moderna y vibrante con excelentes restaurantes y bares, muchos museos y galerías, así como numerosas áreas verdes y parques.
Particularmente hermosa se muestra actualmente la ciudad debido a los cerezos en plena floración. La floración de los cerezos es también la razón por la que hemos viajado a Japón en primavera. Los japoneses llaman a este evento 'Sakura'. La Sakura se celebra de manera especial en Japón y simboliza la belleza, el renacer y la transitoriedad (mono no aware).
En los medios no hay otro tema durante semanas que la floración de los cerezos y sus propias predicciones, similares a las del tiempo habitual. Se celebra de manera muy animada al aire libre en los diferentes parques, justo debajo de los cerezos. Allí, los japoneses, que suelen parecer más reservados, se vuelven muy abiertos. Esta celebración se llama Hanami. Durante esta época del año hay productos estacionales propios con diseño de flor de cerezo, y en algunos casos, incluso el transporte público es transformado de color rosa.
Por cierto, se dice que casi la mitad de todos los árboles de hoja en Japón son cerezos.
Así que es cursi y hermoso al mismo tiempo.
Por la noche, cenamos en un pequeño local típicamente japonés. El local se llamaba 'Tanpopo' y es dirigido por una pareja de ancianos. Éramos los únicos clientes y pudimos conversar con los dueños - aunque probablemente hablamos más con las manos y los pies. Aún así, fue una experiencia culinaria muy maravillosa. Tuvimos 'Okonomiyaki'. Es una especie de crepe con verduras, huevos, fideos y una salsa especial. Se prepara y se come directamente frente al cliente en una plancha caliente.