Publicado: 15.04.2019
Para la región de Hakone hay un pase especial (Hakone Free Pass), con el que se puede explorar la región utilizando diferentes medios de transporte: telecabinas, trenes, autobuses y barcos piratas. Sí, leyeron bien. Se puede cruzar el lago Ashi en un barco pirata.
Hoy también utilizamos todos estos medios de transporte. En general, se puede decir que el transporte público en Japón funciona a la perfección. Las demoras prácticamente no existen. El servicio es siempre atento y los turistas también se orientan fácilmente.
Primero, hoy tomamos el teleférico hacia el cráter Owakudani. Con el teleférico se cruza este cráter, del cual ascienden vapores de azufre malolientes. Una delicia son los huevos de gallina que se tiñen de negro por estos vapores de azufre. Según dicen, si se comen, se vive 7 años más. Por eso, por supuesto, tuvimos que probarlos.
Desde la estación de montaña pudimos admirar el Fuji-san a lo lejos. Tuvimos mucha suerte de que el clima fuera tan bueno y de que pudiéramos ver el Fuji en toda su extensión, ya que la probabilidad de esto es solo del 20 al 30 %. La cima del Fuji suele estar cubierta de nubes. Esta montaña nos cautivó de inmediato. No es de extrañar que los japoneses la consideren sagrada.
El Fuji, por cierto, tiene 3.776 metros de altura y la última erupción fue en el año 1707. En Japón, el Fuji es considerado símbolo de la suerte.
Debido a su tamaño, se puede admirar el Fuji (en un clima tan maravilloso como el de hoy) desde muchos lugares de la región. Desde cualquier ángulo es simplemente hermoso.