Publicado: 14.02.2019
¡Increíble!
No puedo mantenerme al día con todo lo que tengo que contar, ya que estoy viviendo tantas experiencias en un tiempo tan corto y solo quiero dormir por las noches.
Ayer fui a las Islas Ballestas en barco desde Paracas. Para aquellos que no las conocen, son una versión más económica de las Islas Galápagos. Allí viven miles de aves, leones marinos y pingüinos de Humboldt.
Poco después, fuimos a la Reserva Natural en Paracas. Es uno de los desiertos protegidos más grandes de toda Sudamérica.
En el tour conocí a Katja y Lisa de Alemania. Nos volveremos a ver en Cusco, ya que las dos querían quedarse una noche más en Paracas.
Justo después del tour recogí mi mochila y continué hacia Huacachina.
Huacachina es un pequeño oasis en medio de dunas de arena.
Después de registrarnos y un rápido almuerzo, había otra actividad en agenda. Fuimos a conducir en buggy de arena y hacer sandboarding.
¡Fue simplemente increíble!
Con el buggy de arena subimos y bajamos dunas de unos 40 metros (probablemente más altas) como una montaña rusa.
De vez en cuando había una pequeña pausa para fotos antes de que finalmente pudiéramos hacer sandboarding.
Como ninguno de nosotros era profesional, tuvimos que tumbarnos en una tabla de snowboard o sandboard y luego descender las dunas con la cabeza hacia adelante. Gracias a Dios, nuestro conductor nos recogió abajo y no tuvimos que subir las dunas a pie. 👌
Para culminar el tour, vimos la puesta de sol y tomamos fotos súper hermosas.
Después de un día agotador solo quería ducharme (la arena estaba realmente por todas partes 👀♀️) y a la cama, ya que al día siguiente continuábamos temprano hacia Nazca.