Publicado: 28.06.2024
Dado que el sol calentó la casa muy rápido, hoy desayunamos afuera. Allí se mantenía una temperatura agradable de 17 grados después de los 24 de ayer.
Como quedaban 2 peces en la nevera, tuvimos que encontrar otra actividad. Así que Monique salió con los niños hacia una pequeña tienda. Se planeaban 45 minutos a pie. Pero como comenzó a llover repentinamente a los 5 minutos y el grupo no tenía chaquetas de lluvia, decidí recogerlos en auto. La tienda era como la de Unst. Había de todo lo que se puede necesitar: alimentos, libros, ropa, herramientas, ... Hay que tener cuidado de no llevarse cosas innecesarias. Además de más equipo de pesca y algo de cebo, también empacamos algunos bocadillos horneados allí.
Luego, el dueño que habla bien alemán (lo cual es bastante raro aquí, excepto para el 80% de los turistas) también nos envió a la vieja tienda de enfrente. Allí había aún más cosas interesantes, en su mayoría objetos muy antiguos. Discos de vinilo, casetes, botones, cuerdas, ¡como un museo pero todo estaba a la venta!
Luego continuamos con una mini caminata hacia un mirador. Allí hacía bastante viento, me preocupaba que Emil fuera llevado por los acantilados. Pero la vista era maravillosa y arriba había productos de panadería de la tienda.
De regreso en la casa, se consumió el pescado. Esta vez preparado en el horno, también supo mejor.
Así que los niños pudieron pescar de nuevo, lo que hicieron hasta que el aguacero se volvió lo suficientemente fuerte como para que tuvieran suficiente.