Publicado: 09.09.2017
De alguna manera, el jet lag aún no se ha ido. Al menos todavía me siento realmente cansado durante el día. También hemos vuelto a dormir hasta las 11. Así que no escuché el despertador en absoluto. La habitación oscura, por supuesto, tampoco deja entrar la luz del sol y así es muy difícil estimar qué tan tarde es realmente.
Cuando finalmente nos levantamos, nos dirigimos a la biblioteca y escribimos y imprimimos nuestros currículums. Luego pasamos por Fitness First para preguntar si necesitaban más trabajadores, pero desafortunadamente no.
Luego nos concedimos un delicioso huevo frito para la cena.
Por la noche, jugamos un poco a las cartas con los otros mochileros. Se recurre a los juegos de mesa porque no tenemos dinero para cerveza.