Publicado: 19.07.2021
Vera en su camino a la estación de tren: '¡Solo estoy corriendo con la mochila y mis zapatos de senderismo!' Qué broma... Hoy ya hemos tenido que correr dos veces. Lección aprendida: nunca prometas cosas antes de hacer transbordo en Milán. Si el viento del tren que se iba no nos hubiera frenado, nos habríamos ahorrado otro sprint por la estación de Milán. Después de cuatro horas de viaje en tren en un clima tropicamente cálido pero NO con asientos de plástico, llegamos al interior y al pueblo esquí Limone. Desde allí, solo una corta caminata con sus trucos y puentes desaparecidos, y ya estábamos en nuestro pequeño 'estudio'. La cena estuvo bien, a tener en cuenta: la especia de peperoncini NO es pimentón, así que disfrútenla con moderación, a menos que quieran convertirse en tragadores de fuego.
Conclusión del día: ya hemos perdido nuestros nervios entre Domodossola y Milán, pero estamos bien y estamos listos para más pérdidas.
P. D. Manfred fue exitosamente escondido en las profundidades de la mochila, a pesar de las miradas venenosas de los guardias fronterizos italianos.