Publicado: 28.02.2019
A diferencia de Yaxchilán, en Palenque nos espera un componente de la llamada Gringotrail. Es decir, lo que el "turista de paquete" tiene como punto x en la lista de excursiones de un día.
Estamos en un camping muy agradable cerca del sitio arqueológico y podemos ir caminando aún antes de que llegue la gran oleada.
Las ruinas en sí están prácticamente pulidas a espejo. Hay bonitos senderos de grava, y prácticamente cada metro libre al lado de los caminos está lleno de vendedores de souvenirs (Yaxchilán - cero vendedores, cero comerciantes). A pesar de la temprana hora, ya hay autobuses en el lugar y han dejado caer a la carga provista de sandalias para exteriores.
Antes de que no podamos ver las ruinas por la multitud, hacemos el recorrido rápidamente, pero al final estamos más bien decepcionados.