Publicado: 19.08.2022
Algo muy claramente quiere que la madre naturaleza desnutrida le haga entender al innecesario presente que esta excursión debería terminar finalmente.
Ayer, el indigno viajero tuvo una gran avispa (o avispa gigante) sentada en su cuello durante el trayecto (gracias a Dios, ella dejó su aguijón en casa), hoy había una abeja en el casco (¿cómo demonios entra ese bicho allí cuando la visera está cerrada?), además de dos tortugas en la carretera...
Recordamos a la avispa en la manga y a varias tortugas acorazadas que se hicieron notorias junto con un ataque exitoso.
Ya está empezando a ser agotador y de alguna manera, no solo la batería del móvil se agota más rápido en este calor, sino que también las baterías del indigno gaijin se están fatigando y todo ya grita por un día libre para la noble Rosinante y el cansado Don Quijote sobre sus lomos enserrados.
Así que mañana el trasero será nuevamente puesto en modo de parque y sobre todo se observará el clima, porque este elegante frente de tormenta que ha estado causando estragos recientemente en Austria, se dispone a caer sobre los Balcanes como una manada de toros salvajes.
El indigno viajero aún no está decidido si podrá viajar como planeado a través de Bosnia, o si será la costa croata, eso depende completamente de los mapas meteorológicos ahora.
¡Con el tiempo, vendrá el consejo!
El día de mañana será un representante culinario de su especie, porque ya no se puede resistir el olor de la parrilla griega y se devorará todo lo que no esté a tres de los árboles!
Posdata: ¿Este texto les causa una sensación de saciedad, porque están hartos de mis errores?
¡Métanse un dedo en la garganta, pero no vomiten sobre las botas de ante!