Publicado: 10.07.2022
¡Hoy es un hermoso día de desastre!
Desde el lado soleado, el paisaje era realmente hermoso, pero en el medio olía tan mal que incluso hizo que al BOSAMO más atrevido le subiera un poco la bilis!
Justo después de unos pocos kilómetros, hubo un accidente con un motociclista, la ambulancia llegó al mismo tiempo que yo y la carretera estaba cerrada.
Gracias a Dios vi que la persona estaba consciente y movía la mano, pero los restos del destrozado scooter indicaban que esa persona había tenido una suerte increíble y tendría que dejar que algunos huesos sanaran en el futuro cercano.
Después de una buena hora, se levantó el cierre (no había manera de rodearlo) y la Berta pudo adelantar una larga fila de caravanas que se movían lentamente y yo pude notar un cambio profundo y verdaderamente notable en el paisaje a la vista.
En dirección al Cabo Norte, eternos y amplios campos verdes eran el atractivo visual predominante y el innecesariamente presente debe notar que esto era un cambio agradable y bienvenido para los cansados viajeros.
Pero casi con un simple chasquido de dedos, lo que se mostraba cambió nuevamente y el hermoso paisaje delante del veloz conductor apareció en un vestido de roca, rígido y áspero.
Esta roca estaba doblada y rota (y ahora la comparación va a ser un poco dura, en relación con lo anterior) y tenía capas que hacían recordar al viajero con mal olor los huesos abiertos y quebrados de nuestra Madre Tierra.
El carácter del paisaje había cambiado hoy en 200 kilómetros de montañoso a extensos y eternos verdes y finalmente a rocas afiladas, y el indigno gaijin simplemente lo encuentra fantástico!
¿Y qué más fue un desastre en este día?
¡El miserable gaijin fue alcanzado por el ojo cazador de la ley nórdica!
En esas terribles, largas y rectas carreteras, además iban parcialmente cuesta abajo y el viajero criminal tenía 95 en su medidor en lugar de 80 (quien monte su propio scooter sabrá que esos pocos km/h no se sienten realmente en el puño del acelerador) y el encantador guardia de policía, perfectamente camuflado en el bosque, aprovechó su oportunidad y realizó el disparo en la hoja inmediato e irreversible.
En Noruega, esto cuesta 370 euros...
P.D.: ¡El autor de este texto también vende sus errores a un precio muy alto, así que evita encontrarlos!