Publicado: 16.08.2017
Por la mañana, mis dos pescadores volvieron a salir a pescar, a Lara le gustó mucho y no quería parar.
Después seguimos subiendo por la costa y hicimos una parada para almorzar en Kivik. Allí nos encontramos con los vikingos y probamos las primeras Köttbullar. Luego, por supuesto, fuimos al parque para que Lara pudiera liberar energía sobrante.