Publicado: 30.07.2022
Hoy comenzamos con una media jornada de baño y relajación con Sina. Como estamos desviándonos hacia Noruega por el interior de Suecia, decidimos darnos otro baño en el mar Báltico.
No fue tan fácil, ya que la costa está marcada por la industria maderera y pesada. Encontrar un buen lugar para nadar es, por lo tanto, un desafío sin conocer la zona.
Finalmente, y gracias a la ayuda de Google Maps, pudimos descubrir algo bonito para alegría de los niños. El agua, a pesar del clima cálido, está bastante fresca. ¡Con neopreno no hay problema!
Por la tarde, estuvimos en un pequeño y muy rural pueblito, que por su arquitectura y costumbres recordaba más al áspero viejo oeste que a Pippi Langstrumpf :-)
Justo había un pequeño concierto de rock en la ciudad. La actividad fue una experiencia interesante y, después de que los jóvenes apagaran su equipo de sonido de 5000 vatios, ¡incluso pudimos dormir! ;-) Los niños prestaron mucha atención a todo.
Julius también observó que la policía podría sancionar a los jóvenes por 3 infracciones: (1) Escuchar música alta cerca del camping, (2) 2 jóvenes viajando en el maletero y (3) beber cerveza y conducir.
En Suecia parece haber una fuerte subcultura americanizada. McDonald's en cada esquina, coches americanos por todas partes, muchos pubs de estilo de los años 60, etc.
Pero hoy debemos seguir urgentemente hacia el noroeste. Nos quedan 1100 km.