Publicado: 02.05.2019
Cuando mencionamos a los australianos que estamos cruzando el Nullarbor, las reacciones son siempre las mismas: 'Yo también he pasado por allí, fue increíble' o 'Siempre he querido hacer eso'. Solo pensábamos: Es curioso que a los australianos les guste tanto conducir 1200 km en línea recta sin necesidad de girar (de los cuales 150 km son completamente rectos) y eso a través de un área que se traduce literalmente como 'sin árbol'.
El viaje fue sin duda una experiencia: los conductores se saludan con señales manuales al pasar uno junto al otro, ya que eso rara vez sucede. La gasolina debe ser administrada cuidadosamente (no es una fortaleza de la familia Sterner), ya que las estaciones de servicio pueden estar a 200 km de distancia entre sí. No se debería necesitar un médico en el camino, ya que comúnmente se debe traer en avión, lo que provoca que la carretera a veces se ensanche el doble y sirva como pista de aterrizaje de emergencia para el Royal Flying Doctor Service.
En Norseman, llegamos de nuevo a la civilización y conducimos a lo largo de la costa hacia Perth. Con un clima de abril variable, avanzamos por playas de arena blanca con agua turquesa, acantilados y los más altos eucaliptos (hasta 80 metros), que admiramos desde un camino en las copas de los árboles.