Publicado: 06.05.2024
¿Ven mis queridísimos, adoradísimos, hermosísimos lectores esta similitud con un cierto dialecto austriaco, que suena extremadamente sexy, y que conquista los corazones de las damas en el encabezado?
¡¿Verdad?! Ahí ruge fuertemente el pantera estiria y ya las bragas del mundo femenino caen al suelo con tal fuerza que en China las bolsas de arroz se caen en cadena y en América el Pentágono nerviosamente empieza a juguetear con el botón rojo (ha escrito juguetear... ¡Jiji!)!
El indigno viajero siempre lo ha sospechado, ya que el idioma estirio parece ser una lengua evidentemente universal que conecta a los pueblos a través del amor eterno, que siempre ha sido comprendida, en todos lados y por todos, no como el horrible y enredado francés, que nadie entiende, excepto los franceses que murmuran, claro.
'¡Hey, ven aquí a dar un abrazo! ¿Qué pasa? ¡Te ves genial! ¿Vale?' y ya está claro lo que un estirio quiere decirte!
'¿Vullevukuscheaweckmoa?', sin palabras, nadie entiende qué podría significar eso.
¿Acaso se tragó un ovillo de lana y está tratando de vomitarlo en este momento para luego presentárselo a su amada con ojos de perro leal y agonizando de emoción?
Si hay damas que encuentran algo así afrodisíaco, el deshonesto gaijin puede hacer una buena oferta:
Visite al viajero desdichado en su apartamento y él, con mucho orgullo, le mostrará las sofisticadas habilidades de su molesto gato y le presentará cómo este hace volar a cada gatita en la habitación con una elegancia perfecta, como solo este vomitador puede hacerlo.
El innecesario presente estará sonriendo ampliamente a su lado y encantado de responder a sus miradas tímidas con un abrazo acogedor.
Eh... me he desviado un poco, el maloliente...
Así que hoy estuvo en Stonehenge, el deshonesto gaijin, corriendo en círculo con algunos otros tipos (¡increíblemente, incluso había chinos allí!) para poder hacer algunos agradables regalos visuales para sus gatitas lectoras y después le ha dado el sopor a Berta, porque una desagradable e inestable frente de mal tiempo lo ha seguido como una caca de un bolso de mano que se ha transformado en una salchicha explosiva y rabiosa.
Por otro lado, las vibraciones italianas, causadas por el tráfico, todavía continúan fuertes, porque lo que los isleños parecen hacer realmente bien es estacionar su vehículo en el tráfico frente a una rotonda.