Publicado: 06.02.2020
Para evitar más trayectos aburridos a través de la monótona Pampa argentina, volvemos a Chile. El punto destacado de este cruce fronterizo es la puerta del refrigerador que se cae en la inspección hecha por la inspectora chilena, no es poco común para nuestra camper, que -debido a su edad- provoca constante 'diversión'. Leatherman y cinta adhesiva suelen ser muy útiles.
La famosa 'Carretera Austral', la vía principal y en realidad la única hacia el sur de Chile, fue un proyecto de prestigio del presidente Pinochet, pero hasta hoy -a pesar de las grandes actividades del gobierno actual- sigue siendo en su mayor parte un camino de gravilla de muy diferente calidad y termina bastante al sur en Villa O'Higgins como un camino sin salida. Hasta hoy, Punta Arenas solo se puede alcanzar por tierra a través de Argentina.
Llegamos a la Ruta 7 'Carretera Austral' en el pueblo de Villa Lucia. Las huellas del catastrófico deslizamiento de hielo y barro de un glaciar cercano hace 3 años todavía son visibles a lo largo de kilómetros. Casi todo el pueblo fue destruido y aproximadamente 30 personas perdieron la vida.
Para evitar más conducción aburrida a través de la aburrida Pampa argentina, tenemos que regresar a Chile. El punto culminante de este cruce fronterizo es la caída de la puerta del refrigerador en la furgoneta camper, lo que es bastante típico del estado del equipo, un poco desgastado y siempre propenso a sorpresas, así que Leatherman y cinta de reparación son útiles con bastante frecuencia.
La famosa 'Carretera Austral' es la vía principal y en realidad la única hacia el sur de Chile. Su construcción fue un proyecto de prestigio del ex presidente Pinochet, pero hoy en día -a pesar de la fuerte actividad del gobierno actual- sigue siendo en su mayor parte un camino de gravilla de muy diferente calidad y termina en una calle sin salida en Villa O'Higgins. Punta Arenas solo se puede alcanzar por carretera a través de Argentina.
Llegamos a la Ruta 7 'Carretera Austral' en el pueblo de Villa Lucia. Los resultados del catastrófico deslave de hielo y barro de un glaciar cercano hace tres años aún son visibles a lo largo de millas. El pueblo fue destruido casi completamente y aproximadamente 30 personas fallecieron.