Publicado: 30.07.2022
Un episodio más del billete de 9 euros...
Homo heidelbergensis 2.0 en camino a Heidelberg, cuyo nombre probablemente no deriva ni de los paganos ni de los arándanos, sino de la 'Heide'.
Ruta cómoda desde Langen sin cambios directamente a Heidelberg Hbf en un tren confortable con aire acondicionado funcional, enchufes y Wi-Fi. ¡Yeay!
Después de algo más de una hora, llegamos, luego buscamos el medio de transporte adecuado para llegar al casco antiguo y decidimos tomar un autobús que se detiene directamente en Kornmarkt/Bergbahnen. 20 minutos después llegamos y primero teníamos hambre. ¿Pero qué hacer a las 11 en punto? En realidad, demasiado tarde para el desayuno, pero también demasiado pronto para el almuerzo.
Un local ofrecía ambas opciones todavía/ya. El plato del día nos convenció y nos sentamos allí.
A continuación, consultamos en las Bergbahnen cuánto costaría el viaje al castillo y quizás aún más arriba. El billete panorámico incluía todos los viajes y costaba 14 euros por persona, y si mamá hubiera tenido su SBA, solo le habría costado 7 euros. Bueno.... Así que, a tomar la moderna teleférico hacia el castillo. Allí disfrutamos de la vista y visitamos el museo de la farmacia. Así que en el futuro podremos tratar algunos padecimientos nosotros mismos, con belladona y todo...
Desde allí, nos dirigimos a la Molkenkur - por cierto, no tengo idea de por qué se llama así - y cambiamos a la teleférico histórico. ¡22% de inclinación! ¡Increíble!
Al llegar al K"onigstuhl, disfrutamos de la vista una vez más y buscamos un camino accesible para personas con discapacidad, como lo somos nosotros. Encontramos inmediatamente un camino después de que no lograra convencerme de ir a la falconería (¿por qué no? 😉). Un camino de experiencias para niños de 2 km de longitud nos conquistó. Muy bonito, incluyendo un masaje en los pies gracias a caminar descalzo.
Finalmente, descendimos en teleférico para tomar el autobús y el tren de regreso a casa. Deberíamos haber prestado atención al horario. El tren iba a reventar. Pero como dice el refrán, la suerte está con los tontos. Y así nos encontramos justo en el pasillo, donde rápidamente se liberaron 2 asientos...
¡En general, un día muy bonito!