Publicado: 23.09.2018
Después de pasar los primeros días en Accra, un maestro de la Junior High nos recogió y luego fuimos juntos a Vakpo.
Después de un viaje de cuatro horas en un "Trotro" que necesita restauración, finalmente llegamos a Vakpo y fuimos recibidos calurosamente por nuestra familia anfitriona.
Desde el principio quedó claro que todo sería un gran cambio.
No hay agua corriente ni electricidad constante aquí.
En resumen: lavar la ropa a mano, llenar la cisterna antes de ir al baño con un balde de agua, lavar a mano y ducharse con un balde.
Pero uno se acostumbra ;)
El lunes comenzó la escuela. (Es decir, debería comenzar...)
Bueno, cómo decirlo... A veces, algunas personas necesitan una "fase de auto-descubrimiento". La escuela en Ghana también tiene eso, y es toda la primera semana.
A Konrad y a mí no nos molestó tanto, ya que nuestra tarea era sentarnos en un banco bajo los árboles y dejarnos comprar comida por los niños. Así debe ser.
Poco a poco todo mejora y uno comienza a sentirse mejor y más cómodo.
Solo la nostalgia me afecta mucho. Sabía que extrañaría a mi familia y amigos desde el principio, pero no me di cuenta de que esta nostalgia es tan extremadamente fuerte y duele tanto.
El pensamiento de que solo podré abrazar a mi mamá, a mi papá y a mis hermanos nuevamente en un año me desespera día tras día. Cada día me siento en mi habitación y empiezo a llorar. Lo peor de todo es que no hay nadie aquí que esté ahí para mí y que simplemente me abrace.