Publicado: 09.12.2020
En el tercer y último día, fuimos por nuestra cuenta al 'Parque Nacional del Palmar' y luego hicimos un paseo en canoa desde nuestro alojamiento. En el parque nacional vimos un montón de carpinchos y aves. Se dice que aquí también habitan ñandús, viscachas (un cruce entre chinchilla y conejo), zorros y guacamayos, pero no los vimos. A pesar de eso, fue una experiencia increíble y al final hay una playa en el río Uruguay, que separa Argentina de Uruguay.
La tarde nuevamente presentó un desafío, que no obstante fue fácil de enfrentar: pasear en canoa con todos los niños. Primero viajamos 15 minutos en jeep a través del monte, luego caminamos un poco por el terreno cubierto de maleza y finalmente llegamos al río Palmar, un río que fluye muy tranquilamente en la reserva natural. Nada más que las canoas navegan por este río y también está prohibida la pesca. Era maravillosamente pacífico y, según nuestro guía, aquí hay peces enormes, con cabezas tan grandes como el remo, pero no hay animales peligrosos. Para las serpientes de agua, el agua está demasiado fría... En la orilla pudimos ver una tortuga.