Publicado: 28.02.2020
Las últimas dos semanas han sido muy tranquilas aquí, pero ahora es tiempo para mi última entrada aquí.
El miércoles debería haber regresado a casa, pero en realidad ya he estado en mi hogar durante dos semanas.
En la primera semana en Nueva Zelanda me di cuenta de que mi anhelo por casa y por mis seres queridos se estaba volviendo cada vez más grande.
Mucho tiempo estuve pensando en qué hacer. Abandonar Nueva Zelanda antes no era una opción, pues estaba muy emocionado por el país y su gente. Quería experimentar la magia de Nueva Zelanda y ver la increíble naturaleza.
Así que decidí volar directamente de Nueva Zelanda a casa y renunciar a las dos semanas en Bali.
En mi último viaje en 2018 aprendí que es importante llevar nuestros límites al extremo y superarlos, pero también es importante conocer mis límites personales y aceptarlos.
Por eso, ya reprogramé mi vuelo a mediados de enero. El 11.02 volé de Nueva Zelanda a Bali y después de pasar una noche allí, regresé a casa la noche del 12.02.
No me he arrepentido de esta decisión ni un momento. Aunque eso significó que debía volar solo de un extremo del mundo de regreso a casa.
Pero incluso en este viaje, volví a crecer y pude superar mi pánico a volar.
Todos los vuelos los realicé sin miedo ni pánico, confié en el piloto y la tripulación a bordo y aterricé de forma segura.
Las dos semanas en casa las necesité para volver a adaptarme y procesar todo lo vivido.
Ahora puedo decir que fue un gran viaje con muchísimas experiencias inolvidables, muchas emociones y bellos encuentros.
He crecido más allá de mí mismo, he aprendido mucho sobre mí mismo y he estrechado aún más los lazos con mis seres queridos en casa.
Valoro aún más a mis amigos, sé que mi familia siempre está a mi lado y me apoya cuando necesito su ayuda.
Y también sé que tengo a Moritz, la persona correcta a mi lado. Él me apoyó, motivó y me dio seguridad en todo momento. Asumió las dificultades y viajó solo alrededor del medio mundo para verme.
Finalmente puedo decir que estoy orgulloso y feliz de haber realizado el viaje, y estoy tan agradecido a mi jefa y a todo el equipo por haberlo hecho posible.
A partir del lunes, la vida laboral vuelve, y estoy emocionado de volver a ver a mis compañeras y de hacerme útil nuevamente.