Después de esta aventura, continuamos hacia el interior del país hasta Semuc Champey. Nuevamente, las malas carreteras nos costaron mucho tiempo. Esta vez, además, había un mercado navideño que paralizó casi todo el tráfico en Chichicastenango. La ciudad era como un laberinto, del cual logramos escapar gracias a la disposición de los lugareños, las habilidades lingüísticas de Seline y Sandra, y las habilidades de navegación de Benny.
Semuc Champey (en español: donde el agua desaparece) son piscinas naturales de roca calcárea, que son subterráneas debido a un río torrentoso que pasa por el valle. Éste aparece nuevamente al final tras una impresionante cascada. Las piscinas brillan en incomparables colores azules y verdes. ¡Un espectáculo natural increíble que compensa el largo viaje!
Para cerrar nuestra visita a Guatemala, visitamos la antigua ciudad maya de Tikal. Para llegar allí, tuvimos que viajar hasta Flores en el este del país, donde también devolvimos nuestro vehículo. El último trayecto fue todo un desafío. Dos momentos destacados de este: primero, tuvimos que pasar 12 km por caminos de tierra con barro y pendientes empinadas. ¡La destreza de Benny al volante nos llevó con seguridad a través de ello! 🤌🏻 A continuación, había un río sin puente en el camino, que el navegador anunció con la instrucción