RucksackAufUndLos
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Laut.Hell.Riesig.HongKong

Publicado: 06.12.2016

Así que me encuentro en el aeropuerto con mi mundo en una bolsa a mi lado... finalmente se va. Todo lo que tengo ahora cabe en mi mochila. He trabajado mucho tiempo para este día y ahora puedo comenzar mi mayor aventura hasta ahora!
Primer destino HongKong... rumbo al avión, con un nudo en el estómago y la constante sensación de que me voy a vomitar, ¡ya que la noche anterior en Alemania me dio una ligera intoxicación alimentaria! No importa, la anticipación es tan grande que puedo lidiar con eso. El piloto anuncia 11 horas de vuelo... cierro los ojos, me pongo los auriculares y pronto estaré en Asia!
Al llegar a HongKong, mi antigua compañera de cuarto Kary de Utrecht ya me está esperando en el aeropuerto. Es una locura este mundo, se vuela desde Alemania al distante HongKong y ya te están esperando!
Con el estómago vacío, las piernas medio muertas de tanto estar sentado y la mochila pesada... ahora se han unido Andy y Hans, también antiguos compañeros de cuarto de Utrecht. ¡Hora del desayuno! Vamos a una casa de té tradicional en HongKong Island para disfrutar del famoso Dim Sum...
Después a el albergue y primero a dormir un rato, por la tarde llegó Paul también y hemos pasado la noche con Kary y unas cervezas.
Hay mucho por ver en HongKong, la ciudad es gigante, ruidosa, brillante y huele a tantas cosas diferentes. Sin embargo, el olor a buena comida fresca se cuela una y otra vez en esta jungla de cemento. Los colonizadores británicos han dejado huellas claras en HongKong Island, y estas magníficas construcciones, gracias a Dios, no han tenido que ceder ante ningun rascacielos. Pero tampoco se puede negar que HongKong ha crecido increíblemente rápido. Esta modernidad que te da rigidez en el cuello se combina muy bien con este viejo HongKong tradicional y crea una vibrante ciudad mundial ante las puertas de China.
Cada noche nos sentábamos en el puerto de Kowloon y simplemente mirábamos el horizonte... como niños pequeños maravillados ante un tren que entra, ahí estábamos sin saber hacia dónde mirar. ¿Puede ser más impresionante? No lo sé, pero aún tengo mucho que ver y descubrir en mi viaje. HongKong, la cerveza, los amigos y la certeza de estar finalmente viajando me ha dejado con ganas de más y estoy listo para el gran y amplio mundo!



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