Publicado: 26.08.2019
Del Mar Negro finalmente tomamos el tren hacia el interior a una de las capitales culturales europeas de 2019: Plovdiv. Durante el viaje hacia allí se podía experimentar el impresionante paisaje montañoso de Bulgaria. Además, tuve la oportunidad de conversar con una clarinetista búlgara que viaja regularmente por Europa con su orquesta.
Plovdiv es la segunda ciudad más grande de Bulgaria y un lugar de atracción para artistas y jóvenes. Históricamente, Plovdiv también tiene mucho que ofrecer. Las primeras huellas de asentamientos datan del siglo VI a.C. Además, las influencias romanas son innegables. De especial relevancia son, sobre todo, el estadio romano y el teatro antiguo.
Tras la ocupación de los otomanos, la ciudad se convirtió en un centro del Renacimiento Nacional. Cada vez había más búlgaros acomodados, cuya importancia en la sociedad aumentaba. A través de sus relaciones comerciales con Rusia y Europa, estas personas estaban abiertas a influencias políticas y culturales modernas. Además de la importancia económica de Plovdiv para el Imperio Otomano, la ciudad desempeñó un papel destacado en la lucha por una iglesia búlgara independiente. El 25 de diciembre de 1859, en la iglesia 'Sweta Bogorodiza', se llevó a cabo toda la liturgia navideña en lengua búlgara, algo que sucedió por primera vez en toda Bulgaria. Luego, el metropolitano de Plovdiv, Paisii, celebró una misa en búlgaro en enero de 1860 y proclamó así la separación oficial de su comunidad de la iglesia griega. Esto condujo a una lucha de poder religioso hasta que, finalmente, en 1870 se concedió la independencia de los turcos, lo que indirectamente confirmó también la nación búlgara como tal.
Además, Plovdiv también desempeñó un papel pionero en la educación. Junto con la primera escuela búlgara en 1839, también se celebró allí por primera vez la festividad de los hermanos Cirilo y Metodio. Una fiesta que hasta el día de hoy representa la celebración nacional de la escritura cirílica y de la cultura búlgara.