Publicado: 20.07.2024
En el último día en el mar, el clima vuelve a ser agradable. El sol brilla en el cielo y las temperaturas permiten, una vez más, estar en la cubierta sin chaquetas.
Esta mañana nos reunimos una (probablemente) última vez en el barco con Carola y su padre. Ya habíamos conocido a ambos hace unos días, durante nuestra primera parada en Islandia, en una excursión a un cráter. Carola y su padre son de Karlsruhe y el motivo para conocernos fue la incertidumbre sobre cómo pagar la tarifa de estacionamiento.
De la breve conversación surgieron varios encuentros en el barco y, gracias a nuestras similitudes en cuanto a las ideas sobre vacaciones, la planificación y el deseo de explorar de manera individual, rápidamente nos unimos y fue divertido charlar y estar juntos.
Hoy intercambiamos algunas palabras más y nos despedimos con la intención de mantener el contacto.
Por la tarde damos algunas vueltas por la cubierta bañada por el sol. Muchos ahora están en las tumbonas o chapoteando en la piscina y el ambiente parece aún mejor que antes. Lo que pueden hacer unos rayos de sol...
Y vemos señales claras de que debemos estar cerca de tierra. En el horizonte navegan muchos barcos grandes y pequeños. Este tipo de compañía en el agua ha sido muy, muy rara...
En cualquier caso, nosotros también estamos “listos” para el camino de regreso a Colonia. Nos quedan dos días en Copenhague con pronóstico de tiempo veraniego y después regresamos a nuestro “nuevo” hogar, donde aún hay varias tareas por hacer.
Pero eso será a partir de mañana - hoy toca empacar las maletas, una última cena (desayuno todavía tenemos mañana) y ah sí, tenemos que gastar nuestro crédito a bordo. Así que hoy disfrutaremos de un Hugo y un Aperol, nuestro sundowner, por así decirlo. Nos alegra tener un hermoso atardecer para finalizar el viaje de cuatro semanas por el mar. ¡Salud!
El resumen de todo el viaje lo redactaremos el fin de semana en Copenhague. Así que, mantente atento - aquí no ha terminado (del todo) todavía😉.