Publicado: 14.10.2024
En el vuelo de once horas en un flamante A330 neo en clase Premium-Economy (un regalo gratuito de Condor al reservar hace un año) y con un diseño de interior estiloso, teníamos un agradable espacio para las piernas, un servicio perfecto, con bebidas alcohólicas gratuitas (como aperitivo nos sirvieron cava con jugo de naranja) después de alcanzar la altitud de crucero y más tarde también con la comida, si así se deseaba ...
El entretenimiento a bordo no era tan emocionante. Había una gran cantidad de películas, de las cuales la mayor parte nos era desconocida por su título y el resto no nos interesaba mucho o no figuraba en nuestra lista de intereses porque provenían de la programación del día anterior de la ARD. Sin embargo, se podía conectar por Bluetooth con el monitor, lo que ya es una mejora.
Después de aterrizar en LA, teníamos el temor de que nuevamente estaríamos en una larga fila interminable de no-americanos en el punto de inmigración. Pero, ¡gran error!: nunca habíamos pasado tan rápido – jurado – por la aduana. Después de diez minutos estábamos junto a la cinta de equipaje y tras otros cinco minutos teníamos ambas maletas. A veces simplemente hay que tener suerte.
Lo demás se lee muy rápido: traslado al hotel del aeropuerto y luego a dormir.
Que tuviéramos problemas con el internet en el hotel y con el check-in en Hawaiian Airlines para el vuelo del día siguiente a Kona en Big Island… prefiero no contar mucho, no queremos difundir un mal ambiente… pero nos irritó de todas formas.
Mañana es lunes y un nuevo día que finalmente nos llevará a las islas soñadas de muchas personas: Vamos a la feliz Hawái (como ya cantó ABBA :)).