Publicado: 30.06.2021
El Muséo d'Orsay, por cierto, ya es interesante como edificio. La antigua estación fue inaugurada en 1900 para la Exposición Mundial. Con el tiempo, sus andenes se volvieron demasiado cortos para los trenes más modernos, por lo que se cerró y hasta se pensó en demolerla. Pero bajo la presidencia de Giscard d’Estaing, en 1977 se tomó la decisión de convertir la estación en un museo. Buena elección, el gran salón es un lugar de exposición increíble, también para piezas grandes y poco convencionales. Aquí está, por ejemplo, Marguerite, una elefanta india que vivió en París desde 1798 hasta 1816. El museo ofrece espacio para todo lo que se creó entre 1848 y 1914. Pero, por supuesto, los relojes de la estación siempre son un punto de atención especial y un objeto fotográfico muy solicitado.
Los cuadros sensibles están, por cierto, ubicados en salas laterales más oscuras. Pero nuestro querido Goethe está, por supuesto, justo en la entrada del gran salón. Ha estado simplemente en todas partes.
Nosotras también, casi como tías de viaje. Y por eso seguimos trabajando en nuestra lista. ¡Vamos a Avignon...!