Publicado: 25.03.2017
La semana en Torre del Mar pasó volando. Nos hemos dado un buen gusto, pasamos mucho tiempo en la playa y en la pequeña ciudad. Peter aprovechó el viento para practicar surf y se dio cuenta de que es mucho más difícil con olas que en el Malter. :-) Esto lo llevó a decidir que en nuestra próxima parada en Tarifa iba a ir a una escuela de surf.
Tampoco nos perdimos ninguna de las elegantes playas y cafeterías a lo largo del paseo marítimo, donde probamos sus especialidades de café y cócteles. Y una vez nos regalamos una auténtica paella andaluza, que casi hizo que olvidara mi aversión a los mariscos. - Solo la forma en que queda la mesa después de haber desmembrado el cangrejo, eso no creo que pueda acostumbrarme. =)
En nuestro último día en la Costa del Sol lo pasamos en Málaga. Al igual que otras ciudades españolas, nos impresiona con su emocionante arquitectura moderna, fachadas tradicionales y catedrales imponentes. El antiguo teatro romano en el casco antiguo histórico está prácticamente completo y te transporta a otra época al pasar por él. En total contraste, después dimos un paseo por el moderno paseo del puerto y encontramos de todo en el puerto, desde cargueros hasta numerosos cruceros, MS y hasta barcos de guerra. Berno recibió su primer globo de helio azul en el Mexicano y estuvo entretenido el resto del día, lo que nos permitió terminar nuestra excursión tranquilamente con nachos y compañía.