Publicado: 12.04.2017
Como decidimos realizar la excursión por la mañana, el despertador suena a las 5 de la mañana. Aún está oscuro cuando tomamos nuestro muesli. Después de media hora de viaje hacia el puerto de Airlie Beach, abordamos el barco a las 7 de la mañana, que nos llevará a la "playa más blanca del mundo". Durante el trayecto, nos enteramos de que la Playa Whitehaven hoy no será el destino del viaje. Al pasar por la playa en el barco, vemos por qué. Excavadoras y grúas están donde antes los turistas perseguían la foto perfecta con sus cámaras. El capitán nos explica que pasará unas semanas más hasta que los efectos del ciclón ya no sean visibles. En lugar de dejarnos en la Playa Whitehaven, nos deja en una sección de playa más pequeña (Chalkies Beach). Aquí los daños no son tan graves y la playa está un poco alejada de la ruta de los turistas.
Disfrutamos las horas en la playa de arena blanca, observamos el agua turquesa y tomamos el sol. Al mediodía volvemos a ser recogidos y llevados de regreso a Airlie Beach. Aunque el viaje de regreso se alarga debido a algunos desacuerdos organizativos y el oleaje hace que nuestros estómagos se resientan un poco, la excursión valió la pena.
Después de comprar los alimentos para los próximos días y llegar al camping, lavamos nuestra ropa y cocinamos. Duchar, saciados y cansados, nos refugiamos del mosquito en la furgoneta.
Mañana continuamos hacia Mission Beach. Otras buenas 6 horas en el coche. Es hora de que las distancias se vuelvan más cortas. ¡En Indonesia luego! ; )