Publicado: 29.05.2017
El último largo vuelo está por llegar.
Hacemos el check-out de nuestro hostal en Bangkok a las 12 del mediodía. Como nuestro vuelo sale del aeropuerto internacional de la metrópoli tailandesa a las 20:40, pasamos la espera almorzando, leyendo y paseando. Tendremos suficiente tiempo para sentarnos en las próximas horas. Puntualmente despegamos y aterrizamos 6 horas y media después en Abu Dabi. Después de una breve escala, continuamos hacia Europa. A las 5:20 aterrizamos en Belgrado y solo deseamos una cama. Pero aún debemos enfrentar la última etapa. Cuando aterrizamos en Ljubljana a las 9 de la mañana, hora local, y recogemos nuestras mochilas de la cinta de equipajes, llamamos un taxi y nos dirigimos a nuestro alojamiento de Airbnb. Estamos completamente agotados y por eso solo nos dedicamos a un pequeño paseo, hacer compras y cocinar ese día.
La mañana siguiente preparamos el desayuno y salimos renovados de nuestro alojamiento. Cuando damos los primeros pasos fuera de la puerta, no podemos dejar de sonreír.
El sol brilla, el aire está claro, fresco y huele a primavera. Cuánto hemos echado de menos este clima. En parte en Australia, mucho más en Indonesia y, sobre todo, en Tailandia, hemos experimentado lo opuesto extremo y ahora simplemente estamos felices.
Hemos decidido, como a menudo en las ciudades, explorar Ljubljana con un Free Walking Tour. Nuestro guía nos lleva a lo largo del río Ljubljanica, nos muestra algunos de los numerosos puentes, así como los edificios históricamente significativos del casco antiguo.
Aunque Ljubljana es la capital de Eslovenia y con cerca de 300,000 habitantes no es en absoluto una ciudad pequeña, (casi) todas las atracciones están muy cerca unas de otras y son fácilmente accesibles a pie. Después del tour, paseamos un poco por la ciudad y nos sentamos junto al río para disfrutar del buen tiempo.
Al día siguiente, caminamos hasta el castillo, desde donde se tiene una hermosa vista de la ciudad y sus alrededores. Como el día anterior, debido a un cansancio agudo (el jet lag lo culpa), no pudimos llegar al parque Tivoli, así que lo hacemos hoy. Después de hacer algunas diligencias en la ciudad, terminamos el día con una fría Pivo (esloveno para cerveza) en el Sax-Pub.
Conclusión: ¡Ljubljana es un lugar que se debería visitar! ¡Es realmente agradable aquí! : )