Publicado: 10.03.2022
10.3 Santiago
El domingo pasado hice una parada en Nazare en mi camino hacia Apulia. Allí estuve con partes de la pandilla de Nördlingen durante una semana en noviembre. El tanque estaba casi vacío, pero cada gasolinera estaba llena de coches. En el campo encontré una donde había poca gente. Al día siguiente todo estaba claro, los precios de la gasolina, por supuesto, también aumentaron en Portugal hasta niveles insostenibles.
La guerra es una mierda, pero prefiero dejarlo así.
Hoy por la mañana, con buen tiempo, repartimos unas pelotas, pero justo antes de que terminara ya había comenzado a soplar el viento y a lloviznar.
Mi camino hacia casa me lleva mañana a Bilbao. Arte, cultura y Gonzo & Gebi, dos amigos punk de Nördlingen, han llegado allí. Perfecto. A partir de mañana me he alojado en el mismo hotel por 2 días, va a ser sediento.
Google me ha informado que mi paseo campestre pasa por Santiago de Compostela.
A partir de la tarde, el clima se volvió cada vez más sombrío. Con una lluvia torrencial, llegué después de 4 horas. Desde el camping allí, se tarda casi una hora a pie hasta la catedral, siempre que se encuentre. De alguna manera, allí tampoco vive nadie. Al menos no donde yo anduve perdido. Empapado y sin encontrar siquiera la pequeña entrada oculta. 100 puertas, todas cerradas. Ningún peregrino, ningún cartel, ninguna concha. Bah.
Encendí 3 velas.
Una por mi motor de arranque,
una por la familia y todos los amigos y compañeros de viaje
y una contra esta guerra de mierda y a favor de la paz.
Cuando salí, había un agujero de lluvia durante una hora, sin broma. Y a pesar de una corta visita al bar, llegué medio seco a mi furgoneta. Desde entonces ha empezado a llover de nuevo, pero de qué manera.
¿Una buena señal para todo? Ojalá. Buenas noches.