Publicado: 29.08.2019
El viaje del Tegernsee al Achensee es un punto culminante de la gira. Por primera vez, las montañas son más escarpadas y las subidas y bajadas en el Achenpass a través del bosque son empinadas y pedregosas. La frontera con Austria, a un pequeño arroyo, como aquí cientos de pequeños riachuelos que cruzan el camino, es poco espectacular pero para nosotros un gran placer. La ciclovía a lo largo de la orilla del Achensee se sitúa muchos metros por debajo de la 'nueva' (1961) carretera en la antigua ruta. El color de este lago es único: verde esmeralda.