Publicado: 25.08.2019
Para llegar del Danubio / Altmühl al Isar, había que cruzar algunas colinas. El Abens-Radweg a través de Hallertau pasa por campos de lúpulo interminables, que están a punto de ser cosechados. Es increíble lo alto que crece el lúpulo en un año. ¡Siete metros desde finales de marzo hasta finales de agosto! En esta región se produce el 34% de la cosecha mundial de lúpulo. Conducir por carreteras rurales tiene sus ventajas y desventajas... menos mal que hoy era domingo, ya que hay casi más bicicletas de carrera que coches en circulación, y disfrutamos del suelo liso y de los hermosos descensos. Hoy fueron 88 km. Fue refrescante poder meter los pies en el agua justo antes de Freising.