Publicado: 29.12.2019
En Augsburgo, por supuesto, no puede faltar la visita a la 'Caja de títeres de Augsburgo'. De nuestra infancia recordábamos a Jim Knopf y Urmel de hielo, a quienes vimos nuevamente en la exposición sobre personajes y los titiriteros detrás del escenario.
Desde allí nos dirigimos a explorar el Augsburgo romano con la aplicación gratuita Römer, que teníamos en el teléfono. El gimnasio Friedberg desarrolló esta aplicación y la llenó con información sobre varios lugares de la ciudad.
Así que nos encontramos escuchando con el smartphone frente a la basílica de San Ulrico y Afra, mientras los visitantes de la ceremonia de bautizo pasaban junto a nosotros después del servicio religioso.
Se dice que Afra murió como mártir en el 304: después de haber dirigido inicialmente un burdel, cerró este después de su conversión al cristianismo, lo que, claramente, la hizo tan impopular entre ciertos caballeros que la acusaron de ser cristiana.
Pasamos por la Maximilianstraße con sus majestuosas fuentes, que lamentablemente están cubiertas en invierno, y luego regresamos al lugar del Ayuntamiento a través del antiguo arsenal.
Dado que hacía bastante frío, decidimos hacer una excursión a la historia más reciente y fuimos a la Casa de Brecht.
Bertolt Brecht nació aquí y pasó el comienzo de su vida en el museo actual, que cuenta la historia de su vida, amores y obras.
Martin Lutero también pasó varios días en Augsburgo: el interrogatorio por el cardenal Cajetano tuvo lugar aquí y Lutero se alojó en el entonces convento de los carmelitas cerca de la iglesia de Santa Ana.
Hoy en día, en el antiguo convento se puede ver la exposición 'Escalera de Lutero', que informa sobre la Reforma en Augsburgo.
En una habitación, se puede escuchar el debate entre Lutero y Cajetano, donde el reformador se negó a retractarse.
La iglesia de Santa Ana es hoy una iglesia evangélica, después de que la confesión en Augsburgo cambió varias veces, entre otras, según la potencia ocupante en la guerra de los 30 años.
Con este recorrido desde la antigüedad, la época de la Reforma hasta la modernidad, finalizamos nuestro tiempo en Augsburgo. Al día siguiente, la aventura del 'viaje en tren' continuó y nos preguntamos qué sorpresas experimentaríamos esta vez...