Brodsworth Hall y Jardines, Castillo de Conisbrough, Abadía de Roche
Publicado: 07.08.2024
Para visitar algunos de los muchos puntos de interés de Inglaterra, compramos un pase de “English Heritage”. La asociación mantiene varios sitios históricos en Inglaterra y como miembro se tiene entrada gratuita a todos ellos. Hoy visitamos tres de los sitios que se encuentran en el sur de Yorkshire. Como salimos un poco temprano, primero pasamos por un supermercado para hacer algunas compras. Nos pareció un poco extraño que en el aparcamiento también hay que pagar por un corto tiempo de compra, pero pagamos nuestro ticket de aparcamiento. Al regresar al coche, lamentablemente, encontramos una multa porque nuestra autocaravana se extendía más allá de la línea de delimitación del aparcamiento…
Ahora nos dirigimos a “Brodsworth Hall y Jardines”, una gran mansión con un hermoso y colorido jardín.
Como la casa abría un poco más tarde, comenzamos paseando por el jardín.
Varios jardineros estaban ocupados manteniendo los muchos parterres llenos de flores coloridas.
Antes de que comenzara una breve lluvia, encontramos refugio en un cobertizo con el sonoro nombre de “Summer House”.
También cruzamos un extenso trozo de césped que terminaba en el “Target House”.
Allí aprendimos en una pequeña exposición que los señores aquí solían practicar tiro con arco como entretenimiento y luego se retiraban a la casita para un descanso y un refrigerio.
Durante la visita a la casa, muchas de las habitaciones estaban abiertas y decoradas con muebles de siglos anteriores.
Hasta 1988, la casa estuvo en manos privadas y habitada, pero luego fue entregada por su propietaria a la fundación para que la preservara y la hiciera accesible al público.
En nuestra siguiente parada en el Castillo de Conisbrough, lo más destacado era la torre del homenaje de la antigua fortaleza.
Subimos las muchas escaleras y vimos las viejas habitaciones que servían de alojamiento para Hamelin, el medio hermano de Enrique III, y su esposa Isabel durante sus visitas al castillo.
Desde arriba se tenía una amplia vista, que también utilizaban los vigilantes para detectar enemigos a tiempo.
Nuestra última parada fue “Roche Abbey”, una ruina de monasterio, de la cual principalmente se podían ver los cimientos.
El camino hasta allí fue nuevamente algo complicado: en la calle muy estrecha, sin embargo, tuvimos suerte y no se nos cruzó ningún coche…
Sin pagar entrada, se podría haber visto el monasterio desde un camino de senderismo lateral.
Exploramos un poco el terreno y contemplamos lo que quedaba de la gran edificación.