Publicado: 02.11.2018
Anoche ninguno de los dos dormimos muy bien. Por eso, será nuevamente un día de pereza. Las compras ya están hechas, la ropa está lavada.
Con respecto a esto, tenemos que admitir que hemos traído demasiado equipaje. Cada Holiday Park y cada motel tienen una lavandería, es decir, lavadora y secadora. También hay tabla de planchar y plancha. Con menos de la mitad de lo que llevamos, nos habríamos manejado bien.
Cuando nos pongamos en marcha un próximo día, seguramente habrá algo que ver sobre lo cual informaré más tarde.
Moeraki Boulders. Allí es donde terminamos. Primero, fuimos una vez más a la panadería alemana, compramos un pan de centeno oscuro en forma de caja. ¡Se ve muy delicioso! Y también sabe muy bien. Luego, fuimos a un mirador desde donde se puede ver toda la ciudad y la bahía. Queríamos ver a los pingüinos de ojos amarillos a continuación. Pero desafortunadamente, no aparecieron hoy. A cambio, había dos focas perezosas en la playa, a las que nos acercamos hasta unos 15 m. Y después, después de un recorrido por una carretera secundaria junto al mar, llegamos al destino mencionado arriba: Moeraki Boulders. Son grandes rocas redondas que están esparcidas por la playa. Como si un gigante hubiera jugado con canicas. ¡Hermoso! De todo lo descrito, también hay fotos. Es solo una cuestión de tiempo, gracias a internet, cuando pueda subir estas imágenes...