Publicado: 19.07.2019
#ViajarComoEnElCielo Parte 2
Ahora seguimos en dirección a Methoni. Hacemos una parada intermedia para bañarnos en Funikounda. De alguna manera, el lugar me recuerda a Brighton. Casas de una sola planta, todas con balcón, se alinean unas junto a otras. Muchos locales, muchos turistas, todo bien cuidado. Un hotel más grande en la colina con buena vista de la bahía llena de barcos. Aquí no me quedo mucho tiempo.
Methoni. Qué espectáculo. Una enorme fortaleza, más grande que todo el pueblo, domina la escena.
Primero estuvieron los piratas en Methoni, luego los venecianos. Los peregrinos, en camino a la Tierra Santa, se abastecían aquí de vino y jamón.
Alrededor de 1500 llegaron los turcos y se quedaron 300 años.
Ellos construyeron las defensas, las casas de baño y la torre Bourtzi. Esta se encuentra en una pequeña isla y sirvió como prisión y faro. Hoy en día, se erige como el símbolo de Methoni.
En 1828, los turcos fueron derrotados y expulsados por los franceses. Ellos ampliaron y renovaron la enorme fortaleza.
Hoy puedes visitar la fortaleza por 2 euros. Ajo silvestre florece entre las bien conservadas defensas, agua cristalina rodea las altas murallas. Tablas también en braille confunden a los visitantes, se habla del león de San Marcos, de la columna morosini veneciana y de la casa piramidal. El área es enorme, espinosa y escalable. Nadie parece preocuparse por la seguridad, una enorme manada de cabras ocupa hoy, mugiendo, las fortificaciones y no se preocupa ni por los venecianos ni por los turcos. Solo un grupo de jóvenes franceses entra marcialmente a la fortaleza e entona la Marsellesa.