Publicado: 28.02.2022
Esta vez hemos viajado en un transporte turístico. ¡Diez turistas en minibús lo más rápido posible a Almirante, por favor! Por supuesto, aquí tampoco todos cumplen con la obligación de usar mascarillas. Se siente bastante molesto.
Y finalmente... ¡¡bananas!!!!!!!!! Almirante parece ser un gran centro de distribución para Chiquita. De lo contrario, simplemente es muy aburrido allí en el puerto, es una mafia de transportes, siempre la misma basura. Así que esperamos impacientes hasta poder continuar. Después de que Sascha preguntó cuándo nos íbamos a mover, ya que teníamos que tomar nuestro bote de traslado hacia Cristóbal, de repente todo fue mucho más rápido. Y claro, ahora los turistas eran demasiado lentos. Ridículo. Pero justo logramos hacer la conexión de transporte, ya había cuatro personas sentadas en el bote. Personas muy agradables, como resultó ser más tarde en el día. Una pareja de Austria/Liechtenstein y una de Alemania.
Nuestro destino común era el Dolphin Bay Hideaway en la Isla Cristóbal. Y como corresponde, un par de delfines nadaban por la bahía cuando llegamos.
Hemos aterrizado en uno de los lugares más bonitos que hemos visitado hasta ahora. Un jardín precioso, una bahía tranquila, anfitriones realmente simpáticos, un pequeño perezoso que ellos estaban criando...
Simplemente sentarse y mirar hacia afuera, esperar a los delfines, observar las numerosas aves habría sido suficiente para mantenerte ocupado todo el día. Sin mencionar que, por supuesto, se podía remar en kayak o en SUP, ya que generalmente el agua estaba en calma y a unos 25 grados, perfecta para nadar.
Y por la noche hubo un verdadero espectáculo, ya que en el agua había bioluminiscencia. Realmente una de las cosas más hermosas y mágicas que hemos visto. Pero con la magia viene el hecho de que no puedes atraparla, tomar fotos de ello - imposible.
Una vez hicimos una excursión a la Isla Zapatilla. Mmmh, bastante gente también lo hizo. Eso le quitó un poco la magia al paraíso. Sin embargo, era una isla tal como uno se la imagina en el Caribe. También había dos puntos de snorkel. Un pequeño arrecife con tiburones de aleta negra y un mundo de corales blandos muy colorido que merecía ser admirado.
Varias veces hemos ido juntos con el anfitrión Brian al bosque y hemos visto qué nos aparece ante los pies y vuela. Pérezosos, muchas ranas de los colores más variados, monos aulladores y tucanes estaban presentes.
Realmente disfrutamos mucho del tiempo, pero ahora es momento de continuar, de nuevo hacia el mar verdadero, con olas y todo.
Por cierto, ¡no olía a bananas de nuevo!