Publicado: 14.02.2018
Jan puede parecer un poco simple, pero su motivación para nuestro viaje revelará los verdaderos abismos de la humanidad: Su padre es un inseminador de ganado autónomo de España, pero durante la dictadura de Franco se vio obligado a trabajar para el ejército español. Como un signo de buena voluntad hacia Hitler durante la Segunda Guerra Mundial, Franco le envió el mejor batallón de inseminación que tenía, con la estricta orden de evitar que la población de vacas alemanas desapareciera de la madre tierra. Su misión comenzó en los pantanos del norte de Alemania, donde rápidamente hizo amistad con la madre de Jan. Una cosa llevó a la otra y 9 meses después ella dio a luz a un bebé sano, aunque un poco calvo, al que llamaron en honor a la vaca favorita de su padre, Jan. Al enterarse de la noticia de su paternidad, el padre de Jan le dijo a su mamá que iba a salir a comprar cigarrillos y nunca más se le volvió a ver.
Desde ese momento, la vida de Jan giró en torno a un objetivo principal: encontrar a su padre y fumar con él. Ya ha viajado por todos los países de Europa del Este, esperando encontrar una pista sobre el paradero de un hombre, de quien lo único que sabe es que tiene un tatuaje de Margaret Thatcher en su nalgas izquierda.
¿Encontraremos a su padre en España, su país natal? ¿Por qué no comenzó su búsqueda aquí? Hay tantas preguntas que solo la lejanía de este enorme montón de rocas volando por el espacio puede responder.