Publicado: 23.06.2019
La función de aventura de mi nuevo dispositivo de navegación tiene tres deslizadores, todos los cuales he ajustado al máximo. Montañas: bien alto, curvas: al máximo, carreteras: lo más pequeñas y sin asfalto posible.
La consecuencia, por un lado, es que llego a áreas donde nadie quiere ir de vacaciones. La infraestructura es simplemente demasiado mala, no hay tiendas, no hay opciones de alojamiento, no hay lugares de interés, no hay carreteras que se puedan conducir medio decentes. En el tramo lleno de baches, apenas avanzo a 30 kilómetros por hora. Evitar los baches es casi imposible. Pero, por otro lado ...
FLORACIONES SOBRE LAS RUINAS DEL SOCIALISMO
Justo detrás de la frontera con Bulgaria, me desvío a la derecha de la ancha carretera que va de Komotini (GR) a Kirkovo (BG). De inmediato, el brillo de una carretera rural representativa que mis neumáticos pudieron disfrutar es cosa del pasado. Si aún quedan guardarraíles doblados, aquí se están pudriendo. En los bordes y en los innumerables baches, la naturaleza reclama la carretera de una manera floreciente.
La interminable zona montañosa densamente forestada se presenta en su escueta belleza. En este desierto de la nada, de repente, saludo a una escultura socialista en ruinas, de forma belicosa e insignificante, alrededor de la cual pastan vacas. Casi no hay señales de civilización.
¿DE QUIÉN ES LA CARRETERA?
Vacas con cuernos bloquean el asfalto lleno de agujeros, es su territorio. Grandes manadas de cabras de larga melena irrumpen de la maleza. Las manadas de ovejas son vigiladas por enormes perros, animales independientes, seguros de sí mismos e inteligentes, y su porte y sus rostros caninos lo expresan de manera impresionante.
Un pequeño río aparece, cambiando el paisaje. La carretera lo sigue. De vez en cuando se ven ruinas de puentes, pequeños embalses, diminutas instalaciones para la generación de electricidad.
Se puede observar notablemente mucho en Bulgaria que da cuenta de ambiciones. Pero a lo largo de las décadas, parecen no perdurar. Algo de la arquitectura puede haber visto tiempos mejores, mientras que otros solo lo han soñado.
Las pocas aldeas marcadas por la pobreza parecen provenir del siglo pasado. Carretas de caballos pasan con dificultad. Mujeres con pantalones bombachos de colores guían el ganado o cultivan el campo con una azada.