Publicado: 19.06.2024
Cuando uno está aquí, por supuesto que quiere ver Mónaco/Mont Carlo. No tengo expectativas. Bueno, ya he oído hablar del puerto deportivo y de algunos ricos que viven aquí (o tienen su residencia aquí por los impuestos).
Pero cuando llegamos allí en tren y paseamos por el pequeño principado, estamos, lo de horrorizados es demasiado, pero no precisamente entusiasmados. Es un lugar de pura feudalidad. Los yates, los hoteles, los coches, el casino. Todo irradia poder y dinero y te dice que no perteneces aquí y que nunca lo harás.
Y gracias a Dios, tampoco queremos pertenecer. Katja especula con qué hacen los ricos en su tiempo libre. Yo creo que se aburren mucho.