Publicado: 24.07.2023
Compartimos las rondas de regreso y pasamos otra noche en el hotel en Besançon. Los casi 900 kilómetros desde Bretaña hasta allí son muy relajantes el domingo por la autopista.
Al día siguiente, lunes, regresamos a casa. Dos hermosas semanas han llegado a su fin.
Y, ¿qué nos ha parecido? Muy bien. Volveremos. Los bretones son muy acogedores y el servicio es fantástico. Un ejemplo: El día de salida queremos irnos a las siete de la mañana para llegar a Besançon a tiempo. Ya es un milagro que logremos levantarnos a esa hora. ¡Y luego la barrera no se abre! Una dama nos ve, se acerca y dice que la barrera estará cerrada hasta las ocho. Yo refunfuño levemente molesto 'ah, está bien'. Ella me pregunta si es urgente. Yo sólo levanto los hombros y ella me abre la barrera. Simplemente hermoso.
Así que, recomendación clara, ¡vayan a Bretaña!