Publicado: 03.09.2021
Y ahora, el clima. Hace fresco pero está seco. Después de tener un día muy bonito y cálido en Berlín, en Gdansk, al principio, se complementó con un fuerte viento del norte, el cual fue redondeado el lunes y martes con ligeras lluvias. Desde el miércoles ha estado seco con intervalos soleados (podría empezar de inmediato en una redacción meteorológica), pero el viento se mantiene constante.
En nuestra excursión de ayer descubrimos el mercado. Allí olía delicioso a pescado asado. Así que esta tarde nos dirigimos a averiguar si algo que huele tan bien también sabe igual.
Czebureki (pirogi fritos) parecen ser una especialidad ucraniana.
No soy el mayor fan de las iglesias, pero esta es realmente impresionante. Es una de las iglesias de ladrillo más grandes del mundo (ver Ladrillo gótico) y me impresionó especialmente por su interior sencillo. Ni siquiera sabía que me gustaba tanto la combinación de blanco y oro.
Interesante es el Águila Polaca _sin_ corona. Podría ser un indicio de la antigüedad de la bandera. Después de todo, el gobierno dispuso de inmediato, tras la destitución de los comunistas, que se volviera a colocar la corona al águila.
Este reloj es hermoso y, curiosamente, fue reparado en 1991 con fondos de un Lübeckense. Yo interpreto esto como unión de la época de la Liga Hanseática.
Pregunta de trivia: ¿Qué tiene la figura que representa a Acuario en la mano?
La Westerplatte juega un papel enorme en la memoria colectiva de los polacos, especialmente por su papel en la Segunda Guerra Mundial. Aquí comenzó, el 1 de septiembre de 1939, con el bombardeo de Westerplatte desde el puerto de Gdansk. Relativamente pocos soldados polacos pudieron defender Westerplatte hasta el 7 de septiembre.
Papa Juan Pablo II mencionó en los años ochenta que 'cada uno tiene su propia Westerplatte que defender' para alentar a sus compatriotas en resistencia.
Conectamos el viaje a Westerplatte con el recorrido por el puerto.
Eso fue un error. Hubiera preferido un ferry clásico. Pero cuando compré el billete, no había ningún barco presente. Solo me importaba que pudiéramos llevar las bicicletas.
La torre en el centro de esta fortaleza solía servir como faro y funcionaba con fuego de leña.
Este monumento, de 1966, es para mí arquetípico del arte socialista.