Publicado: 24.02.2017
Día 1 en La Habana bien aprovechado, según la aplicación he caminado 17 km y así me siento. En el último bar, casi me quedo dormido.
Como se describió antes en formato corto, hoy hemos estado en el Parque John Lennon, no tengo idea de por qué está aquí. Sin embargo, antes estuvimos en Amarilla y desayunamos; hasta que entendí que no íbamos a la disco Amarillo, pasaron unas horas. Después, fuimos al banco a cambiar nuestro dinero, lo cual fue, de todos modos, una experiencia. Por ejemplo: solo quería mirar en mi móvil qué podemos hacer a continuación en La Habana y recibí una reprimenda instantánea de que guardara el teléfono. A nadie le interesa nada aquí, nadie lo entiende del todo.
Por cierto, aquí sigue el juego alrededor de mi origen, desde dominicano hasta francés, ya ha habido de todo.
Así que cambiamos dinero, nos apretamos los zapatos y nos dirigimos al Malecon, el muro a lo largo del mar. Hace mucho tiempo que no estaba tan desorientado. Se pueden ver tendencias de lo increíble que es el mar aquí. Pasamos por algún estadio de fútbol y tomamos un taxi para llegar al centro. Aquí definitivamente somos estafados por primera vez.
A través de la catedral, varias estatuas, un pequeño mercado realmente impresionante y muy interesante, donde hay cámaras antiguas, carteles, cosas militares y todo lo que no necesitas por un precio bajo, simplemente paseamos por la zona y miramos todo.
Se hace oscuro, al menos pasamos una vez por la famosa Bodega del Medio y echamos un vistazo, pero el resto es demasiado caro aquí.
Ahora seguimos sin rumbo, simplemente subiendo la calle, hasta que vemos a dos, se puede notar fácilmente, alemanes sentados en la acera frente a un bar y los saludamos. Parecen estar allí durante toda la hora feliz, porque junto a ellos hay un montón de vasos y están bastante ebrios. Así que entramos intencionadamente en conversación y descubrimos que tienen planes para mañana de ir al valle de Viñales, y con gusto nos unimos a ellos. Así será más económico para todos y de todos modos era el plan ir allí.
Ahora estamos sentados frente a nuestra casa, está lloviendo y esperamos ser recogidos, son las 7:15 de la hora cubana, son las 7:40. Se supone que iremos en un coche antiguo con un guía. Estoy ansioso. Una experiencia que solo conozco de mi infancia es extraña de nuevo, porque lo discutimos anoche, pero volver a hablar no está en los planes. Internet y demás solo funciona en hoteles y nadie quiere enviar un SMS por cantidades enormes de dinero. Así que esperamos...